Se necesita valor para hacerlo, valor y plena conciencia de que la oscura contraparte de un triunfo glorificado posiblemente sea la muerte. Aquellas miradas antes de cruzar las cuatro cuerdas hacia el centro del cuadrilátero tienen un peso increíble sobre los rivales que se miran frente a frente, es solo un momento…1 minuto tal vez cuando tus ojos y los de tu rival se encuentran y los gritos de la multitud retumban en tus oídos cuando el corazón da un vuelco enorme, cuando parece que quisiera escaparse de su sitio y es retenido por unas cadenas invisibles.
El mundo luce distinto momentos antes de que suene la campana, el público desaparece y se convierte en un sepulcral silencio impuesto por distintas cosas, el miedo, el hambre de triunfo, la disciplina o la concentración total, y es que nadie quisiera perder aquel equilibro, el juego de pies que has aprendido con el tiempo y has transformado en un romántico baile con tu sombra. Y cuando por fin aquello empieza esa punzante e hiriente incertidumbre comienza su trabajo, el control sobre los impulsos es el que determinara en parte el resultado de la batalla, si permites que ese superfluo sentimiento te atrape ten por seguro que no te dejara y te hará caer, te sepultara en un momento parcial o permanente de oscuridad.
Un día un gran hombre y un gran boxeador dijo lo siguiente:
“El mundo no es un arcoíris y nubes rosas, es un lugar malo y salvaje y no importa que tan duro seas pues te pondrá de rodillas y te dejara así permanentemente si lo permites, ni tu ni yo ni nadie golpeara tan duro como la vida…pero no importa que tan duro golpees, importa lo duro que logres resistir y sigas avanzando, así es como se gana y si sabes cuánto vales sal a buscar lo que mereces pero debes estar dispuesto a recibir golpes”.
Es una analogía bastante acertada entre el boxeo y la vida pues cuando miras ese pequeño mundo de 6x6 desde abajo e inicia el conteo, el tiempo por fin transcurre lentamente y piensas en todo el sacrificio que has hecho para llegar hasta ahí, en las circunstancias y decisiones que te animaron a encarar el destino que tú mismo te has forjado, en todas y cada una de las pequeñas razones que terminaron siendo batallas conquistadas y que juntas te empujaron hasta la pelea de tu vida. Ahí cuando el cuerpo ha recibido demasiado castigo para seguir adelante y es el corazón, la voluntad y el valor lo que te han puesto de nuevo en pie para continuar luchando.
A veces no logran comprenderme cuando dispongo dejar a un lado parte del tiempo que es mi vida para seguir peleando, y es que cuando cruzo el umbral de aquel lugar mi mente logra escaparse lejos y tener paz, las miradas de las personas de ahí son iguales a la mía y quizás logremos divergir en ideologías pero todos buscamos esa conquista y esa absoluta paz. Por más irónico que suene se debe de luchar para conseguirla no?
Todo se ha vuelto una adicción, intente alejarme pero mis pasos me llevaron al mismo sitio…tal vez por circunstancias o por que definitivamente ese es mi destino. Pero lo que se con certeza es que soy un peleador en el ring y en la vida, y si logro alguna vez caer ten por seguro que mi corazón, mi voluntad y el valor me pondrán de pie aun si pierdo la vida.
Por siempre y para siempre..
"Para ganarme tendrás que matarme, para matarme tendrás que tener el corazón bien puesto y para eso tendrás que estar dispuesto a morir también, estás dispuesto?"
Rocky Balboa
Había aprendido el ritmo y los pasos que habrían de llevarme a esquivar lo que hace daño y si los duros golpes lograban entrar, estos apenas lograban mover mis piernas sin hacerme perder el ritmo, no buscaba realmente entrar de lleno a encarar lo difícil pero nunca habría de rechazar al rival que lanzara su reto hacia mi…el corazón de un peleador no logra comprender o más bien concebir la sola idea de rechazar cualquier desafío.
Aun si mi estilo era difícil de descifrar tal vez hubo quien logro entenderlo e incluso seguirlo como ferviente admirador. La técnica había resultado efectiva pero ninguna es infalible o sí?
Y fue entonces cuando un reto que había sido pactado hacia tiempo por fin se presento, procure entrar con una guardia cerrada a hacerle frente y quienes habían seguido mis pasos tenían dudas al respecto pero como ya os lo había dicho…mi corazón no habría de rechazar ningún desafío pues yo soy de los que creen que aun si se pierde se gana a cambio experiencia, madurez y cautela. Y entonces me aventure a entrar y a mirarle con cuidado caminando para observarle mientras me observaba, al parecer el único en constante evolución no había sido solo yo pues el ritmo por fin se había quebrado y atónito le mire; había advertido ese gesto en mi y ese súbito escalofrío que subió por la espina dorsal y me hizo parpadear con esa incredulidad disfrazada.
Una tregua con el tiempo se había logrado y entonces al darme cuenta estaba contra las cuerdas pero no quería salir realmente de ahí, era el momento de que la sangre corriera de nuevo y sentirme en el espacio exterior en un viaje del cual no pretendía un pronto regreso y le pedí entonces que no me dejara volver, quería volver a ser un mortal…con el mismo temple si, pero ahora no habría de protegerme solo a mi…era tiempo…es tiempo.
Mis brazos se abrieron y espero un golpe definitivo que me envié lejos y haga cambiar el rumbo de mi nave.
Despiertas en penumbras, tu grito desesperado fue escuchado por aquel que te dio caza y que al recordarse a si mismo se compadeció de ti, ignorabas el mundo sobre el cual caminas ahora, no podías contemplar toda su belleza ni tampoco imaginar lo escéptico que se ha vuelto. Has aprendido cuanto has podido y como las aves quisiste abandonar el nido tan pronto como tus nocturnas alas se extendían junto con el viento que se arremolinaba en tus cabellos, fue entonces que aquel maestro te abandono como abandonaste tu verdadera existencia hacia tiempo; y seguiste tu larga y oscura senda.
Eres perfecto, inequívoco, fuerte, rápido, inteligente, acechas furtivo a tu presa y tal vez te gusta jugar un seductor juego de vez en cuando pero te rehúsas a despojarla de la vida, sientes que aun una parte humana quedo dentro de tu vacía carcasa y buscas redención o al menos que tu infinita existencia tenga paz pero a veces te preguntas como sobrevivir en este mundo, si bien tu alma se ha reducido a un delgado hilillo y el único latido y posible sentir lo encuentras al saciar tu sed, al llegar a un clímax casi sexual elevado hasta el fin del universo para luego caer a millones de kilómetros por hora…aun te importa tanto la decadente humanidad, sin embargo yo sigo aquí contigo…cuando tu moriste morí junto contigo y cuando renaciste después del abrazo yo también lo hice, después de permanecer en silencio tanto tiempo es momento de pedirte que aceptes tu naturaleza, de exigírtelo si es necesario pues los verdaderos monstruos están ahí afuera y si deseas la redención entonces el asesino dentro de ti andará por las calles dejando su rastro de sangre y justicia “divina”, llegara el momento en que sentirás tanta culpa que contemplaras abandonar tu empresa y entregarte a la diurna maldición impuesta por los ángeles de aquel en lo alto. Pero tienes el valor y el coraje que nunca fue arrebatado.
Ya es tiempo…
En silencio de pronto caigo en profundo pensamiento y aunque a veces superfluos pueden ser los resultados, son sin duda un soplo de inspiración y hoy de pronto en ese meditar una melodía cruzo sin detenerse saliendo de algún lugar que creía olvidado, y nostálgico recordé que el fantasma de un niño a veces me visitaba y me invitaba a soñar despierto...a recordar el mundo que giraba en aquellos ayeres, en donde levantar la vista al cielo y encontrarlo tan cercano hacia una experiencia única, en donde aun no tenia claro las complejidades que aun en mis años no logro descifrar y que a veces pueden llegar a asustar a cualquiera.
El chiquillo tomaba mi mano y era mi guía, contemplábamos juntos el viejo celuloide de mi infancia y aunque a veces se limitaba solo a callar y a señalar detalles que olvidaba, ciertas ocasiones me hablaba con la inocencia que deseo volver a tener y que la vida de pronto me ha arrebatado. Me hablaba sin que estuviese presente aquel que me salvo cuando lo necesite, sin esa maldad, sin esa realidad oscura pero cierta que un día vino a tocar mi puerta y no me ha abandonado desde entonces y que como el cuervo de Alan Poe se quedo posado inmóvil mirándome y culpándome de mi debilidad.
Ven a visitarme mas seguido...hazme recordar y creer que el mundo es un lugar pacifico y sin problemas complejos, hazme creer lo increíble y soñar que nunca habrá despedidas y que nada habrá de acabar.