Hombre en la Caja

Posted by Boran Rocker On jueves, 27 de julio de 2023 0 comentarios

La fría madrugada abrazaba aquella habitación de cuatro por cuatro, no había siquiera un hilillo de luz que se filtrase por el resquicio de la puerta, ningún sonido salvo el ruido blanco proveniente del televisor, el cual, malgastó sus muchos intentos por arrancarme una simple mueca. En aquel rincón, al pie de la cama, me encontraba como un muerto, arrebatado de esperanza y con nada más que recuerdos que quemaban profundo cuando me atrevía a evocarlos. Me había convertido en un trágico retrato en escala de grises, arrastrando mis temores a la superficie del abismo oscuro al cual hacía tiempo había caído, y aún a pesar de todo aquello, quería ser capaz de poder discernir entre el dolor físico y el de mi espíritu roto, tanto deseaba el poder tener la oportunidad de reivindicarme de las veces que fallé, pero… Ahí estaba aquella voz en mi cabeza, la misma que me dejaba perplejo cuando me asaltaba la duda, la dualidad siniestra que contemplaba el mundo con la frialdad que siempre desprecie. Era solo eso, un eco resonando de vez en cuando en mis pensamientos, sin embargo, podía imaginarlo en esa caja oscura, iluminada con una luz fría y focal, preparando un discurso que no quería escuchar, pero que era el único, pues ahí afuera sólo encontré oídos sordos, estaba solo, angustiado y con miedo. Tal vez fue el hartazgo de ver al mismo hombre aferrándose al suelo, de donde aparentemente nunca pudo levantarse, lo que los motivó a abandonarme, y juro que busque con ahínco una tabla para asirme en mi tormentosa existencia, imploré al cielo por una mano que me salvase de ser engullido por las negras aguas hacia la locura y muerte… Y lo único que encontré fue el susurro de aquella voz familiar diciéndome verdades duras, palabras que sabían en donde causar dolor. Entonces comprendí que era todo lo que podría obtener, no había luces en la oscuridad, ni milagros inesperados que pudiesen salvarme de mi fatídico e inevitable destino. El teléfono nunca sonó, y el alba parecía asomarse por fin, y con ella, se escapaba toda esperanza con la que al final acepte mi rendición. 

  No te des por vencido, ni aún vencido, 
 No te sientas esclavo, ni aún esclavo; 
Trémulo del pavor, piénsate bravo, Y arremete feroz, ya mal herido. 
Ten el tesón del clavo enmohecido 
Que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo; 
No la cobarde intrepidez del pavo, Que amaina su plumaje al primer ruido.
 Procede como dios que nunca llora. O como lucifer, que nunca reza;
 O como el robledal, cuya grandeza, Necesita del agua y no la implora…
 ¡Que muerda y vocifere vengadora, ¡Ya rodando en el polvo, tu cabeza!   ALMA FUERTE

De todo el mundo

Posted by Boran Rocker On viernes, 21 de julio de 2017 1 comentarios

El cristalino de sus ojos reflejaba el cielo crepuscular que abrazaba su universo mientras yacía recostada sobre la arena, con sus delgados dedos entrelazados y depositados sobre el abdomen que ascendía y descendía al tiempo que recordaba momentos que fueron entonces inmortalizados en fotografías que le parecieron propias de un acto premeditado del destino…se transformaron en dejavus sobre el diario de un viajero errante. Las olas del mar no hacían más que llevarle mensajes encriptados en ese lenguaje profundo que solo ella podía comprender, remitentes desconocidos que anhelaban amores lejanos y en su afán catártico de librarse de ese sentimiento de extrañar los besos y abrazos que ahora son fantasmas fueron arrojados a las profundidades azules de un océano que nadie se ha atrevido jamás a explorar. Se había convertido en un testigo mudo de todo aquello que el mundo desconoce. Una confidente atrapada en un sueño infinito a veces perfecto…a veces tan frágil, casi al borde de besar la realidad que la mayoría del tiempo le desconcertaba. Su romance con el presente la encajaba en el firmamento en donde sabía con certeza que sus enormes alas jamás se cansarían de batir y escapar en complicidad hacia el universo que la aguardaba con sus misterios gestados hacia eones. Siente la arena bajo tus espaldas, ahora cierra los ojos que es momento de soñar.

El autoestopista

Posted by Boran Rocker On lunes, 11 de enero de 2016 1 comentarios

No podía arrepentirse del impulso que le coloco en aquella situación, de encaminarse a mitad de la noche hacia sus aposentos los cuales imaginaba a cada minuto abrazándolo y reconfortándolo…protegiéndolo de lo que existe ahí afuera lejos de su zona de confort, lejos de la seguridad de cualquiera con un poco de sentido común. No había un tinte azul marino en el cielo, sin destellos de plata ante la ausencia del conejo que yace en posición fetal en una perfecta circunferencia a millones de kilómetros hacia el exterior. No había calor de noches de verano ni si quiera un alma que se levantase como un fuego fatuo para de pronto ser engullido por la oscuridad…eso sin duda le habría asustado!. Una hora cuarenta minutos atrás se encontraba frente a ella con el sudor en la frente y la garganta en llamas después de ese coro estruendoso en SI sostenido “Cry on black rain..cry on black rain”. Apenas un Jack Daniels le había apaciguado la euforia cuando escuchaba detenidamente una confesión que hacia juego con una mirada culposa pero a la vez total y completamente premeditada, unas cuantas lagrimas, una noche de sexo y quizás todo quedaría en el olvido pero él no era esa clase de hombre…las reglas se habían escrito desde el principio y aun que el plan parecía perfecto para retenerle ahí esa noche el orgullo trazo un surco que le pondría a prueba. Después de 10 kilómetros andando a mitad de la noche el no divisaba rastro alguno de aquel supuesto arrepentimiento y cuando su cuerpo y sus sentidos empezaban a notar los estragos del camino inmediatamente evocaba su corta historia de romance que inicio hacia apenas 8 meses casi de igual forma en la que termino. Los Desperate Rage enloquecían al bar en su mayoría lleno de mujeres que se presentaban para enervarse de ese vibrato hipnótico del muchacho de ojos azules y barba de candado…y de entre toda aquella multitud solo la piel color cobre y los ojos verdes de esa hechicera le habían atrapado para ponerle en un dilema mientras se aferraba al micrófono esperando el momento del descanso para asaltarle antes de que desapareciera y se encomendara entonces al volver a coincidir. A cada paso la resilencia iba desapareciendo apartando ese sentimiento de traición y sustituyéndolo por un instinto extraño de soledad, esa soledad inusitada que se presenta cuando el destino se hace cómplice del infortunio. Una lechuza a lo lejos ulula mientras poco a poco su sonido espectral se deforma cuando se encuentra fusionado al de un hemi 426 que va creciendo mientras las revoluciones aumentan y el escape se transforma en una garganta al rojo vivo que le ha puesto un alto tajante al frio de la noche. Los dedos se aferran al botón del volumen del viejo estéreo de cassete del barracuda 1972 mientras de los altavoces escapan riffs de guitarra y un coro como los que Robert acostumbraba a interpretar cuando hacía el amor con todas las que perplejas le escuchaban. “ Feed my eyes, can you sew them shut? Jesus Christ, deny your maker He who tries, will be wasted Feed my eyes now you've sewn them shut”. La sonrisa macabra se asomaba apenas al ser iluminada por la luz del tablero, los labios crueles entintados de morado brillante se movían mientras cantaban al ritmo de Alice In Chains al momento en que las botas militares descansaban sobre el acelerador a fondo de aquella bestia color rojo desteñido. Había transcurrido casi una hora con cincuenta minutos y su fuego fatuo por fin se acercaba a más de 170 km por hora para después perderse en la oscuridad de la noche...Pero no tenía que ser así, podrían apiadarse del extraño y desconsolado rock star y llevarle a otro sitio lejos del camino oscuro apenas visible de una noche de enero. El pulgar al aire pudo distinguirse desde el interior de aquel clásico americano mientras la sonrisa se hacía más amplia y la velocidad disminuía poco a poco hasta ahogar el sonido gutural y convertirlo en un ruido carente vida sin ritmo…Insulso!. El auto rojo se detuvo en el acotamiento mientras una mano blanca como la nieve se asomaba por la ventanilla invitando a Robert a acercarse con un sugerente movimiento del dedo índice. Una media sonrisa fue lo único que él pudo esbozar en aquel momento mientras se aproximaba por el estrecho espacio que dejaba el auto y la barra de contención para terminar inclinándose al ángulo que ambos buscaban. En el interior se encontraba una mujer esbelta de chamarra de cuero y una blusa de tirantes que dejaba ver sus atributos perfectamente dibujados como si los hubiese esculpido el mismo Rodin de la puerta al infierno. Sus ojos de un tono rojizo miraban al frente mientras su delicado perfil apenas se fracturaba al articular las palabras que romperían entonces el hielo. -Buenas noches señorita discul…- Antes de acabar la oración Robert se vio acallado por un gesto de silencio seguido de una nueva invitación a subir a aquella bestia mecánica de interiores negros y de un aroma que llego a ser tal que pudo incluso percibir su sabor metálico. Durante un instante quizás dudo en poner un pie adentro del auto, sus focos de alerta se prendieron instantáneamente sin embargo otra idea se levanto en su mente para salir al debate pues quizás había tenido suerte en encontrarse con aquella atractiva mujer en medio de la nada, incluso también se imagino con ella en la parte trasera del barracuda sudando el despecho que le dejo Jessica hacia un rato, después de todo pocas mujeres podían resistirse al encanto de su mirada o de su voz. Para cuando Robert termino con su dilema ya se encontraba a bordo del V8 corriendo a toda velocidad por la carretera, la línea continua pasaba tan a prisa que una ilusión se formaba como si esta fuese parte de una película de 8 milímetros, mientras tanto la mujer había accionado de nuevo el botón de volumen para dejar un sonido de fondo e invitarlo a lo que ella ya sabía era un acto de seducción. -Te agradezco mucho esto…otro segundo afuera y seguro perdería la cordura- Le decía mientras la miraba como se aferraba al volante sin decir una palabra y asintiendo tras terminar la oración. -Sin duda la noche no ha ido del todo bien, de hecho hoy me he levantado con una sensación de que definitivamente no tendría que estar aquí- Le decía mientras seguía observándola y sonriendo para continuar articulando palabras – No me mal interpretes he sido bendecido por un ángel o demonio con actitud y atributos tremendamente hermosos que se ha apiadado de mi- La mujer sonrió al escuchar las palabras que Robert pronunciaba con tanta vehemencia y por fin se animo a contestar. -Todos necesitamos de alguien que nos salve o que nos sirva de una forma o de otra…sin embargo no todos responden al llamado y no todos desean ser salvados- Le decía mientras poco a poco su sonrisa se hacía menos hasta quedar en una mueca que a pesar de ser fría no era carente de encanto. -Te he visto hacia un rato apasionado casi besando al micrófono, sosteniendo el stand como si se tratase de una mujer… te vi cantar para ti y no para el mundo y escuche tu corazón enérgico latir casi al ritmo del bombo de tu baterista bom bom bom…- Robert la miraba extrañado, nunca alguien había atrapado su atención salvo jessica que para esos momentos apenas era un susurro en su mente. El auto seguía su curso y mantenía su velocidad crucero, la vibración podía sentirse en cada centímetro del cuerpo y pareciera que este se diera cuenta de la reacción para hacerlo con más frecuencia. -Disculpa si a veces me pierdo en el performance y no presto atención al mundo, estoy lejos de la perfección pero sabes aun así les gusta- Le decía Robert mientras la veía atento recorriéndola con la mirada de pies a cabeza…de nuevo imaginándola sobre de él en apasionados movimientos que podrían emular al diabólico barracuda. -No importa, el hecho es que aquí estamos…tu suplicando un rescate y yo pasando casualmente por la playa de tu naufragio, es una lástima de verdad- Le decía mientras giraba su rostro para hacer contacto con los ojos de Robert. Ese rojo era más intenso de lo que parecía su perspectiva de perfil y los rasgos finos de su rostro hacían juego sobrenatural con la mirada. -Lastima?- pregunto Robert con el ceño fruncido. El auto se detuvo en la mitad de la noche y en un segundo ambos estaban en el asiento trasero tal cual había sido la predicción del apasionado rock star, sus movimientos en efecto iban perfectamente sincronizados con la vibración del barracuda que al teñir sus asientos traseros de rojo parecía tener vida propia riéndose a carcajadas graves mientras el carmín de la carrocería volvía a ser intenso como en los años en los que vio por primera vez la carretera a mano del demonio.

Extrañas Tradiciones

Posted by Boran Rocker On jueves, 19 de febrero de 2015 0 comentarios

Primera Parte Hacia unas horas que la lluvia había dejado pequeños cristales que brillaban con las intensas luces halógenas que deslumbraban al desdichado y solitario viajante nocturno, que se aferraba a mantenerse despierto con la ilusión de que allende el horizonte oscuro adornado por las siluetas de las montañas le espera la calidez de su cama para envolverlo entre sus sabanas del sueño, para alejarlo de los peligros de la realidad o sumergirlo en una pesadilla que se esfumara si la voluntad es mucha o las necesidades fisiológicas la interrumpen. Cuando puso en marcha el motor de su Yamaha R-6, el tablero marcaba las 10:05 p.m. Durante unos instantes clavo la vista hacia el rojo intenso de los números digitales en ceros del velocímetro…casi hipnotizado se quedo absorto con el sonido rítmico y gutural del motor que lo había embelesado hacia 8 meses cuando claramente vislumbro aquel fantasma color negro que lo observaba fijamente invitándolo a recorrer el mundo por primera vez a 200 por hora. Pero eso no era lo único, también hubo una retrospectiva hacia aquellas insistencias entremezcladas con emoción y ansiedad por poseerla que se había convertido en una extensión de su alma desde el momento en que abrió gas y se enfilo sin rumbo para sentir esa fusión que muchos describen como una relación incomprendida entre el hombre y su máquina. Tenía la costumbre de bautizar ciertas cosas que merecían la pena el nombre por el esfuerzo y ahínco que había dedicado en imaginarlas de la forma en que él las creía perfectas, y sin mucho esperar surgió su nombre “Red Viper”, la esbelta figura rojo metálico había cruzado caminos a toda marcha y al verse desafiada lanzaba su ataque letal poniendo punto final a una persecución desenfrenada y de la cual siempre salía victoriosa. Red Viper se leía en uno de sus costados figurando como un tatuaje en aquel esqueleto metálico, respetando la tradición del guerrero al abatir y salir airoso en el combate.-Sorpréndeme entonces- había susurrado mientras con un ligero movimiento de su pie derecho acciono la primera velocidad y aferrándose al manillar se dispuso a partir dejando atrás las luces urbanas del camellón y el centenar de vehículos que iban y venían. Al alejarse rápidamente de la civilización se cruzaba cada vez con menos vehículos que lo deslumbraban con las luces altas –No los extrañare ni en el más profundo umbral de la noche imbéciles- Decía al tiempo que levantaba su dedo medio al pasar junto a ellos con una expresión dura en el rostro. El camino no tardo en apagarse por completo, incluso el resplandor de la ciudad ya no podía vislumbrarse y en un cielo sin luna la única compañía era el par de luces y una canción que revoloteaba en su mente – “ Your face, this place look around what do you see? Your timing is off, there’s no future here. The love you fight through the pain, never wrong, your purpose is clear but your destiny end’s here”- susurraba melódico para si mismo, con el sonido del motor de 600 centímetros cúbicos de fondo como un solo frenético de bajo estilo red hot chilli peppers. Al tiempo que pensaba en la letra de la canción caía en cuentas de que realmente no sabía si por casualidad le había llegado a la mente o si había sido seleccionada meticulosamente para acompañarlo aquella noche, pero mientras más pensaba en ello más le inquietaba el hecho de que bien podría tratarse de su alter ego que entonaba aquellas estrofas en un tono entre el Re y el Mi, con arpegios que parecían burlarse de él. El camino serpenteante se prolongaba a ratos mientras sin precaución la red viper se acostaba casi al ras del asfalto mojado que salpicaba con manchas grises el escarlata de aquella bestia, aun con esa insistencia de descifrar el embrollo de su mente…parecía como si condujera demanera automática, como si aquella maquina tuviese instrucciones precisas de que es lo que debía de hacer. Si alguien hubiese ido tras de ellos pudo haber visto el espectro rojo de la luz del stop dejando una estela digna de fotografía en barrido de luz, y si alguien hubiese estado ubicado exactamente a 2 km de donde el se encontraba…hubiese podido apreciar cuatro figuras arrastrándose en la oscuridad a un costado del camino cargando consigo lo que parecían ser piedras del tamaño de una sandia. En susurros de un idioma desconocido aquellos seres se habían dispuesto a preparar una trampa mortal en aquel inhóspito lugar. 10:57 p.m. Al salir de las curvas se prolongaba una recta perfecta, un camino como esos pocos que existen en el mundo y que de día proyectaba una senda en perspectiva que daba la sensación de perderse en algún lugar del cielo. “Your timing is off…your destiny end’s here” La motocicleta paso de cuarta velocidad a quinta y a sexta, el velocímetro digital marco su velocidad final de 280 kilómetros por hora. -El día que deje de existir será a toda velocidad o sumergido en un profundo sueño entre las sabanas, simplemente el destino me alcanzara junto con la muerte- Le había respondido a un sujeto regordete y de facciones toscas al mostrarse insistente con el tema de las motocicletas meses atrás en una de tantas reuniones sabatinas. Le había parecido irritante el hecho de que alguien pretendiera disuadirlo de su afán de ir de prisa por el mundo, era algo que simplemente no comprendía y se había cansado de compartir su perspectiva con aquellos que se lo reprochaban -Arriesgas demasiado, dejas mucho en este mundo para tus 5 minutos de estupidez- Le contesto el tipo de facciones toscas al tiempo que sonreía levemente y hacia un gesto de negación para darle un sorbo a su cerveza. -Solo así soy libre, y no hablo de un cautiverio físico…hablo de la libertad del alma, pocos conocen esa sensación, y los que no solo están envueltos en un gris crepúsculo sin derrota ni victoria solo de puro conformismo- había respondido para finalmente ponerse en pie y salir con los puños apretados de ese lugar. El viento no oponía resistencia alguna, a través del wind shield oscuro solo se podía vislumbrar muy poco del camino, era como ir prácticamente a ciegas y sin embargo aun a sabiendas de que cualquier cosa podría postrarse frente a ellos no le importo en lo absoluto y era debido a que iba implícito una enorme carga de valor y unas ganas tremendas de romper cualquier expectativa, aun si se tratase de expectativas propias y de demostrarse a sí mismo que esa noche le diría a la muerte “hoy no”. La aguja del tacómetro descendió violentamente como si la Yamaha con aquellos ojos color ámbar hubiese visto claramente la fatalidad, unos segundos de desconcierto llegaron súbitamente al ver que su cómplice solo por esta ocasión había dicho: cuidado!. El neumático delantero choco intempestivamente contra una de las rocas en el camino perfectamente distribuidas para hacer parecer que algún camión de volteo había volcado accidentalmente su carga, en tanto las criaturas aguardaban agazapadas entre los matorrales con esas cuencas vacías donde alguna vez existieron ojos y que ahora solo abrazaban brillantes luces como zafiros. El tiempo de pronto se estiro y los segundos parecieron ir a marchas forzadas mientras aquel caballo de acero dejaba de hacer contacto con el asfalto y volaba a más de metro y medio viendo el mundo de cabeza y precipitándose hacia su final…y en tanto el veía su vida en un momento, sus momentos de dicha y sus amargos tragos, vio al odioso sujeto del bar bebiendo y negando mientras al fondo la música no paraba de sonar “Your timing is off…your destiny end’s here” y le odiaba por eso, por que a final de cuentas él había tenido razón aunque estaba listo para partir en cualquier instante.

No estamos tan lejos

Posted by Boran Rocker On viernes, 21 de febrero de 2014 0 comentarios

Mientras las luces del exterior se filtraban por la ventana y el agua caía a chorros por las gárgolas del edificio, Chris yacía tendido en su cama con un ojo abierto y sin poder conciliar el sueño. Pero aun despierto gustaba de imaginar el mundo de antaño tal cual lo había admirado en algunas fotografías que aparecían en libros y revistas de casi cien años atrás, prácticamente dos generaciones fueron presentes de la gestación de ese parasito tecnológico que se alimento de las mentes y las vidas del mundo. Adriana al otro lado de la cama encogida en posición fetal había ya desistido de compartir el mismo anhelo de Chris, a final de cuentas ella había nacido en el mundo tal cual lo conocía, sin luz natural, violento y dolorosamente frio…todo aquel tinte místico y ápice de inspiración que en el pasado había surgido al plasmarlo, fue sustituido por luces de led y altos rascacielos, e incluso ese toque humano se había esfumado dando paso a vida artificial y sin conciencia, sin errores ellos decían y afirmaban a su vez que era más peligroso y complicado lidiar con personas que con un atajo de circuitos impresos y microchips. Afuera de ese departamento un montón de muchedumbre menos afortunada se conglomera en una revuelta anarquista que no pareciera tener fin. Colérico el líder que los guía les invita a reclamar lo que hacía tiempo se les fue arrebatado, el caos había superado incluso la cresta que muchos metafísicos manifiestan como un elemento temporal, sin embargo ahora muchas teorías eran descartadas, muchos sueños, anhelos, sentimientos y pensamientos eran reprimidos, sustituidos por un capitalismo desenfrenado y una antidemocracia. -Cuando comenzó todo esto?- pregunto un joven desde la segunda fila de aquella revuelta. La mayoría lo ignoraba, unos pocos habían formulado la misma pregunta en sus mentes desde que tenían uso de razón y así mismo divagaron hasta llegar a la misma conclusión. -Desde el principio…es nuestra condición, aquellos hombres de poder pudieron llevar al mundo a su decadencia y nosotros hermano mío dimos ese pequeño empujón- Le respondió aquel hombre de pinta cansada pero nunca resignada, aferrada a una ilusión…a una utopía, a una redención que quizás nunca llegaría. -Estoy demasiado viejo, demasiado cansado, y quiero eliminar el concepto de sobrevivencia de mi diccionario, es tiempo de buscar la redención y deseo pensar que podríamos tener la solución al problema que hemos nosotros mismos planteado- Decía el orador mientras contemplaba a lo lejos las luces azules y rojas que lo persiguieron toda su vida. Frente a aquel convoy un hombre se aferraba al mando de su vehículo clavando su mirada y enfocándola en un zoom infrarrojo fijando aquel blanco que había perseguido desde su concepción.

Los días no se distinguen de las noches, la oscuridad es perpetua y casi siempre húmeda…contemplo con nostalgia algún detalle que me saque del presente, siempre me detengo a buscarlos, es lo único que me devuelve la cordura pero al mismo tiempo me hace sentir culpable, espero poder conservar aunque sea ese sentimiento bueno o malo que me hace ser humano.

Alguna vez podrá escapar?

Posted by Boran Rocker On viernes, 30 de agosto de 2013 0 comentarios

Después de escapar de los territorios, el caminante errante detuvo su marcha en la orilla de la noche plutónica. Su cansado paso y la ausencia de todo ápice de prudencia le llevo a sumergirse en el profundo sueño bajo el árbol custodio de una lapida olvidada, que el infortunio años atrás le llevo a erguirse con cuerpo de frio mármol a la orilla del siniestro camino. Escudriñando en aquel sueño quiso descifrar el grito desesperado en aquella negrura, solo el sonido de entrañas de metal contrayéndose pudo advertirle que había vuelto, que las lagrimas mezcladas con cenizas rodarían de nuevo por aquel rostro a veces infantil lleno de hollín. Sus esperanzas se escaparon cuando su mirar se aclaro en la escena que vivía día a día, el reloj digital marcaba las 3:40 a.m. cuando el devorador de almas se postraba ante la débil figura de su hermano cuyo mirar solo reflejaba resignación, sin angustia ni temores pero quizás con dudas de cómo sus pasos les habían llevado hacia aquel lugar. -No habrás de abandonar tu oficio de luchador, tus enemigos cayeron víctimas de su confianza y soberbia…ellos siempre te miraron con sus ojos posados hacia el cielo, llenos de desconcierto y un poco miedo y sin embargo hoy te rindes hermano?- Le decía el caminante errante mientras encadenado con lastimosos grilletes invisibles trataba inútilmente de salvarle de una eternidad oscura. -A ellos los entendía, sus movimientos naturales y previsibles delataban sus debilidades…sin embargo ni el más agudo rayo de luz puede penetrar en la oscuridad que tengo enfrente, si merezco el más cruel castigo mi última voluntad seria la verdad- Decía aquel peleador con una mueca que no expresaba más que incertidumbre. La vorágine que envolvía al sueño de pronto regreso al errante a la realidad, de vuelta a la oscura y solitaria carretera con esa niebla que recorre el camino asfaltado como un dragón místico, cuyos ojos malignos le vigilan desde a lo lejos de aquel inhóspito lugar.

Malas compañias

Posted by Boran Rocker On miércoles, 31 de octubre de 2012 1 comentarios

Pocas personas caminaban sobre la calle Zaragoza y en su lugar el estruendo de los automóviles se intercambiaba con los pasos apresurados que buscaban algún refugio. La costumbre de los viernes arrastraba a Elisa hacia su escasa vida social que por insistencias de sus compañeras de trabajo se disponía a adoptar no de tan buena gana, y es que hacia muchas lunas atrás había recibido a un extraño inquilino que se postro ante ella después de haber decretado una victoria irrefutable sobre su triste soledad, así que en realidad no tenía necesidad alguna de enterarse entre platicas extra oficiales de oficina quien se follaba al director y quien se quedaba horas extras(por lo general de madrugada) a trabajar haciendo confeti de declaraciones de impuestos un día antes de la auditoria. Sin embargo tenía que fingir interés al menos por qué no tan en el fondo sabía que su extraño inquilino no sería capaz de alejar a las lenguas inquietas de aquellas arpías, en resumen…no le era conveniente tener enemigos. La cita era en el mismo café de siempre, un lugar más o menos concurrido en donde se encuentra en su mayoría a jóvenes parejas en pleno preámbulo de un posible acto carnal, comiéndose a besos en los rincones trémulos por las caricias y las miradas criminales que de vez en cuando se escapan entre el roce de lenguas azucaradas un poco amargas de café y galletas de avena. El club de las cuatro en donde Elisa era digamos una agregada cultural que no terminaba de encajar , se regocijaban en la platica semanal en donde el tema era: “El extraño caso de la mujerzuela que busca al jefe”. -10:40 p.m- Musitaba Elisa cuando consulto el Iphone que Oscar le había regalado hacia una semana, en donde figuraba de imagen de fondo una foto de ambos que había sido tomada 2 años atrás en el lago de camecuaro en Michoacán. Elisa resultaba ser metódica la mayoría de las veces y no era de extrañarse que Oscar compartiese esa afición, a final de cuentas eso mismo pudo haber resultado de imán para que la relación marchase bien hasta ahora, pero un evento como el que ocurría en ese momento podría desatar en Elisa dos cosas, una sospecha ligada a un latente rencor o una preocupación que siempre estuvo ahí aunque en prolongado sopor. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Sus piernas casi al borde del desfonde se incorporaban una vez mas en una carrera por su vida, una muchedumbre enardecida con antorchas en mano y machetes blandiendo el aire se apresuraban sobre el único sobreviviente de una masacre sin medida de la cual había sido testigo el pueblo denominado “El Milagro”. Oscar con apenas un trecho de ventaja logro internarse en la sierra en donde presuroso recorrió casi a ciegas un camino traicionero que bien podría llevarle a la quietud y seguridad de una civilización un poco más “racional”, o bien al mismo infierno. Dos quilómetros atrás los cuerpos de Javier, Sergio y Fernando yacían colgados en la jacaranda afuera de la iglesia del perpetuo socorro, las flores violeta victimas del follaje otoñal se habían tornado en un carmín que las arrastraba poco a poco por el empedrado de la calle esperanza, en donde unos cuantos contemplaban la escena. Tres cuerpos desmembrados se columpian aun por la inercia de hacia un rato. Aquel muchacho ayudante del herrero, si el chico un poco menudo de cabellos negros y ojos del mismo color, el que se limita solo a su oficio el cual ejecuta con pericia y avidez…el mismo que no cuestiona ordenes solo las cumple. -Antonio les vio, él fue el que corrió a decirle al pueblo que se estaban robando a la virgen- Decía Felipe a los pocos que se quedaron frente a la iglesia. –Nomas se nos pelo aquel desgraciado pero la meritita verdad que lo vamos a agarrar- Casi musitando y con las manos temblando de ansias Felipe se volteaba a ver a los muchachos que hacía 5 horas habían llegado al pueblo en busca de don Jacinto para que les iluminase con las enseñanzas del Peyote, casi a la mitad de la noche el diablo había hecho su trabajo.

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