Extrañas Tradiciones

Posted by Boran Rocker On jueves, 19 de febrero de 2015 0 comentarios

Primera Parte Hacia unas horas que la lluvia había dejado pequeños cristales que brillaban con las intensas luces halógenas que deslumbraban al desdichado y solitario viajante nocturno, que se aferraba a mantenerse despierto con la ilusión de que allende el horizonte oscuro adornado por las siluetas de las montañas le espera la calidez de su cama para envolverlo entre sus sabanas del sueño, para alejarlo de los peligros de la realidad o sumergirlo en una pesadilla que se esfumara si la voluntad es mucha o las necesidades fisiológicas la interrumpen. Cuando puso en marcha el motor de su Yamaha R-6, el tablero marcaba las 10:05 p.m. Durante unos instantes clavo la vista hacia el rojo intenso de los números digitales en ceros del velocímetro…casi hipnotizado se quedo absorto con el sonido rítmico y gutural del motor que lo había embelesado hacia 8 meses cuando claramente vislumbro aquel fantasma color negro que lo observaba fijamente invitándolo a recorrer el mundo por primera vez a 200 por hora. Pero eso no era lo único, también hubo una retrospectiva hacia aquellas insistencias entremezcladas con emoción y ansiedad por poseerla que se había convertido en una extensión de su alma desde el momento en que abrió gas y se enfilo sin rumbo para sentir esa fusión que muchos describen como una relación incomprendida entre el hombre y su máquina. Tenía la costumbre de bautizar ciertas cosas que merecían la pena el nombre por el esfuerzo y ahínco que había dedicado en imaginarlas de la forma en que él las creía perfectas, y sin mucho esperar surgió su nombre “Red Viper”, la esbelta figura rojo metálico había cruzado caminos a toda marcha y al verse desafiada lanzaba su ataque letal poniendo punto final a una persecución desenfrenada y de la cual siempre salía victoriosa. Red Viper se leía en uno de sus costados figurando como un tatuaje en aquel esqueleto metálico, respetando la tradición del guerrero al abatir y salir airoso en el combate.-Sorpréndeme entonces- había susurrado mientras con un ligero movimiento de su pie derecho acciono la primera velocidad y aferrándose al manillar se dispuso a partir dejando atrás las luces urbanas del camellón y el centenar de vehículos que iban y venían. Al alejarse rápidamente de la civilización se cruzaba cada vez con menos vehículos que lo deslumbraban con las luces altas –No los extrañare ni en el más profundo umbral de la noche imbéciles- Decía al tiempo que levantaba su dedo medio al pasar junto a ellos con una expresión dura en el rostro. El camino no tardo en apagarse por completo, incluso el resplandor de la ciudad ya no podía vislumbrarse y en un cielo sin luna la única compañía era el par de luces y una canción que revoloteaba en su mente – “ Your face, this place look around what do you see? Your timing is off, there’s no future here. The love you fight through the pain, never wrong, your purpose is clear but your destiny end’s here”- susurraba melódico para si mismo, con el sonido del motor de 600 centímetros cúbicos de fondo como un solo frenético de bajo estilo red hot chilli peppers. Al tiempo que pensaba en la letra de la canción caía en cuentas de que realmente no sabía si por casualidad le había llegado a la mente o si había sido seleccionada meticulosamente para acompañarlo aquella noche, pero mientras más pensaba en ello más le inquietaba el hecho de que bien podría tratarse de su alter ego que entonaba aquellas estrofas en un tono entre el Re y el Mi, con arpegios que parecían burlarse de él. El camino serpenteante se prolongaba a ratos mientras sin precaución la red viper se acostaba casi al ras del asfalto mojado que salpicaba con manchas grises el escarlata de aquella bestia, aun con esa insistencia de descifrar el embrollo de su mente…parecía como si condujera demanera automática, como si aquella maquina tuviese instrucciones precisas de que es lo que debía de hacer. Si alguien hubiese ido tras de ellos pudo haber visto el espectro rojo de la luz del stop dejando una estela digna de fotografía en barrido de luz, y si alguien hubiese estado ubicado exactamente a 2 km de donde el se encontraba…hubiese podido apreciar cuatro figuras arrastrándose en la oscuridad a un costado del camino cargando consigo lo que parecían ser piedras del tamaño de una sandia. En susurros de un idioma desconocido aquellos seres se habían dispuesto a preparar una trampa mortal en aquel inhóspito lugar. 10:57 p.m. Al salir de las curvas se prolongaba una recta perfecta, un camino como esos pocos que existen en el mundo y que de día proyectaba una senda en perspectiva que daba la sensación de perderse en algún lugar del cielo. “Your timing is off…your destiny end’s here” La motocicleta paso de cuarta velocidad a quinta y a sexta, el velocímetro digital marco su velocidad final de 280 kilómetros por hora. -El día que deje de existir será a toda velocidad o sumergido en un profundo sueño entre las sabanas, simplemente el destino me alcanzara junto con la muerte- Le había respondido a un sujeto regordete y de facciones toscas al mostrarse insistente con el tema de las motocicletas meses atrás en una de tantas reuniones sabatinas. Le había parecido irritante el hecho de que alguien pretendiera disuadirlo de su afán de ir de prisa por el mundo, era algo que simplemente no comprendía y se había cansado de compartir su perspectiva con aquellos que se lo reprochaban -Arriesgas demasiado, dejas mucho en este mundo para tus 5 minutos de estupidez- Le contesto el tipo de facciones toscas al tiempo que sonreía levemente y hacia un gesto de negación para darle un sorbo a su cerveza. -Solo así soy libre, y no hablo de un cautiverio físico…hablo de la libertad del alma, pocos conocen esa sensación, y los que no solo están envueltos en un gris crepúsculo sin derrota ni victoria solo de puro conformismo- había respondido para finalmente ponerse en pie y salir con los puños apretados de ese lugar. El viento no oponía resistencia alguna, a través del wind shield oscuro solo se podía vislumbrar muy poco del camino, era como ir prácticamente a ciegas y sin embargo aun a sabiendas de que cualquier cosa podría postrarse frente a ellos no le importo en lo absoluto y era debido a que iba implícito una enorme carga de valor y unas ganas tremendas de romper cualquier expectativa, aun si se tratase de expectativas propias y de demostrarse a sí mismo que esa noche le diría a la muerte “hoy no”. La aguja del tacómetro descendió violentamente como si la Yamaha con aquellos ojos color ámbar hubiese visto claramente la fatalidad, unos segundos de desconcierto llegaron súbitamente al ver que su cómplice solo por esta ocasión había dicho: cuidado!. El neumático delantero choco intempestivamente contra una de las rocas en el camino perfectamente distribuidas para hacer parecer que algún camión de volteo había volcado accidentalmente su carga, en tanto las criaturas aguardaban agazapadas entre los matorrales con esas cuencas vacías donde alguna vez existieron ojos y que ahora solo abrazaban brillantes luces como zafiros. El tiempo de pronto se estiro y los segundos parecieron ir a marchas forzadas mientras aquel caballo de acero dejaba de hacer contacto con el asfalto y volaba a más de metro y medio viendo el mundo de cabeza y precipitándose hacia su final…y en tanto el veía su vida en un momento, sus momentos de dicha y sus amargos tragos, vio al odioso sujeto del bar bebiendo y negando mientras al fondo la música no paraba de sonar “Your timing is off…your destiny end’s here” y le odiaba por eso, por que a final de cuentas él había tenido razón aunque estaba listo para partir en cualquier instante.

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Dejaron parte de su alma

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