Un reloj que nunca detiene su marcha

Siempre frio sin miramientos ni compasiones, dispuesto a actuar a la mínima provocación y no dejar nada del rastro de una ofensa, de una mirada de desprecio, de una insolencia o hasta de una imprudencia que te hiera hasta el alma, has visto el mundo a través de mis ojos, no advertí tu presencia hasta hacia unos años cuando apareciste producto de mi imaginación materializado en la inmortalidad indomable y rebelde , desde entonces acepte que existías sin embargo había decidido encerrarte en una prisión de hierro forjada en la ardiente hoguera de mi espíritu.
No mostraste objeción, y cerré con llave bajo tu advertencia de que la realidad termina por consumir cada parte del ser humano y entonces las palabras como ecos se quedaron en mi mente hasta el día en que realmente te necesite. Aunque me viste con una sonrisa sarcástica y con un semblante de reproche, sabias que ambos caminamos la misma senda y fue entonces que te libere, y al despertar al día siguiente el dolor se había ido..sin contemplaciones acabaste con la línea enemiga y trajiste paz de nuevo a nuestra existencia. “Si quieres paz preparate para la guerra”?.
Tal vez..sin embargo aceptare que enfrentemos hombro con hombro un destino incierto, y asi mostrarle al mundo el universo de contrastes al que esta encadenado la humanidad, el lado oscuro, oculto y misterioso..mostrarle al mundo que la apariencia no es sincera.