Un reloj que nunca detiene su marcha

Aun no puedo captarlo, entenderlo, digerirlo...y pensarlo resulta casi un suplicio
pero impuesto por quien? parece que uno mismo es quien lo impone a final de cuentas, uno mismo es su propio verdugo cuando de tortura hablamos, pero sí de un retorcido juego se trata, yo desconozco las reglas..ya muchos caminos tortuosos ande, probé las gotas del mar.. mas de pie sigo entonces, vi todo desde la lona y miles de voces tan hirientes como golpes sujetaban con sus invisibles hilos mi cuerpo, mas dispuesto a un round mas siempre estoy, me he alejado ya de las cuerdas y esta vez no estaré dispuesto a caer, quien mis espaldas cuida no me dejara, mi aliento y mi fuerza no me faltara.Entonces bailaremos la danza mortal? o un abrazo fraternal terminará con esto? podrá desaparecer la enemistad o prevalecerá hasta que las estrellas se apaguen?
ojala y no.